Las regiones polares, subpolares y los ecosistemas asociados son los principales formadores de las condiciones climáticas de nuestro plantea, su protección ambiental basada en la mejor información científica disponible es un compromiso indeclinable para la Fundación Proantártida. Los proyectos de investigación científica ayudan a entender los procesos por los cuales se deteriora rápidamente el ambiente polar además de permitir innovaciones tecnológicas que reduzcan las emisiones y generen beneficios en las economías regionales permitiendo un desarrollo sustentable.

La educación es un pilar para comprender la importancia de sostener políticas nacionales y multilaterales para mejorar la gestión científica y ambiental, La mayor cantidad de estudiantes de todos los niveles académicos que comprendan y se identifiquen con la relevancia de mantener un planeta con equidad y cuidado del entorno facilitará el rol de los diferentes foros que componen el Sistema del Tratado Antártico y del Consejo Ártico.

Ambas regiones son un gran laboratorio para continuar con las políticas científicas que se han desarrollado desde el siglo XIX con las diferentes campañas científicas y los años polares para finalizar con una presencia científica representando a una gran cantidad de países de todos los continentes, que expresan su convicción de participar en investigaciones científicas y ambientales en las regiones polares. La gran mayoría de las diferentes ramas de la ciencia están representadas en la Antártida y los ecosistemas asociados, en el Ártico las líneas de investigación responden a proyectos vinculados al interés del Consejo Ártico. Profundizar en la visión epistémica basada en el beneficio nacional, regional e internacional de la actividad científica ártico – antártica son un desafío para el siglo XXI y los líderes que conducen la política de cada país involucrado.

Para llevar a cabo los proyectos científicos es necesario contar con un despliegue logístico adecuado. Ese despliegue debe cumplir con pautas muy exigentes por la rigurosidad del ambiente polar, la metodología para la investigación en el terreno y evitar deteriorar el ambiente al realizar actividades dentro de las regiones polares y subpolares. Si bien cada país cuenta con un Programa Antártico que se encarga de llevar adelante los proyectos propios, la cooperación internacional es la mejor solución para disminuir la huella de carbono, los costos operativos y la interacción entre países.